Y por contar... contaría hasta CERO
Muchos los minutos y silencios, rodeándome. Eternas las horas hasta finalizar la noche.
Encontrar el día sin motivos y rodando de un lado a otro.
Conversaciones en off que suenan dentro de este oído tocado por agresiones externas.
Paredes vacías sin relieves o colores que llamen la atención, hacen de esta casa una simple construcción.
Sabiendo que faltan muchos días para llenar de olor y sabor eso que se llama hogar, dulce hogar.
Tiempo que me rodea, me atrapa y me hace consciente de su paso lento.
Reloj que no avanza y que por mucho que mire siempre va igual. Pausado, cauteloso.
Tareas forzadas para poner la mente en otro mundo y no en el que vivo, tan solitario.
Quiero ruido, quiero gritos, quiero riñas, quiero reir, quiero hablar, quiero salir de aquí ya.
Ocasión para dedicarte y para deleitarte en tus placeres más lejanos e inalcanzables.
Mi tiempo.
Me niego, pataleo, lloro, me enojo, me encierro, no lo quiero sin vosotros. No así.
Añoro vuestro olor, vuestro tacto, vuestras voces, vuestras rutinas que son las mías.
Preferiría cerrar los ojos y que transcurrieran por mi cabeza, recuerdos horribles;
pero no puedo.
Escogería malos momentos donde poderme arrullar para controlar mi pena;
pero no puedo.
Impensable mi círculo sin mis rectas, mi mar sin olas, mi olla sin platos, mi armario sin perchas.
Mis fotografías sin luz, mis estanterías sin libros, mi nevera sin limones y mi camino sin zapatos.
Bien recibidos seréis, bien cuidados estaréis; no me consuela.
Os necesito aquí, con muestras y señales.
Os anhelo con la mirada perdida.
Os espero con mucho amor.
Os contaré hasta CERO a ver si os encuentro.
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