Dejar de vivir, por haber vivido.
Dejar de querer, por haber querido.
Dejar de sentir. Estás muerto.
Dejar de vivir, por haber vivido.
Dejar de querer, por haber querido.
Dejar de sentir. Estás muerto.
Más que librar una batalla,
te enfrentas a un loco ejército,
con muchas tácticas y grandes enojos.
Con algunos territorios conquistados,
artillería e infantería, bien armados;
soldados de caballería
me defienden,
al conocer tu lado malvado.
Ni torres ni castillos has derribado. Algunas almenas, te han avistado;
para advertirme de tu tramado,
con lanza de acero y casco dorado.
Te vas quedando sin munición,
sin guerreros a tu alrededor.
Sacando arco y flechas,
para luchar contra hormigón.
No se vence al amor de una madre;
no se gana esa misión, en la que mal hablar de quien pare,
sea tu única obsesión.