Te vi.
Me hablaste.
Te escuché.
Me enamoraste.
Te quise.
Me decepcionaste.
Te fuiste.
Me hablaste.
Te escuché.
Me enamoraste.
Te quise.
Me decepcionaste.
Te fuiste.
Lo solucionaste.
Triste, solitario, desamparado,
lejos, perdido y aturdido.
¡Me parte el corazón, mi niño sentirte tan herido!
No voy a abandonarte.
seguiré aquí en la distancia;
creciendo mi amor hacia ti,
mi angustia, mi añoranza.
Me embestirás y asaltarás,
no por ello conseguirás que me rinda y con más coraje te defienda,
de esta pesadilla que ni tú ni yo,
debíamos de haber vivido jamás.