martes, 30 de junio de 2015

Somos silencio.


Cómo cruzar un río y pensar en tropezar;
en aquella tabla de madera,
del largo puente, al caminar.

Quién no se ha sentido indefenso y desprotegido,
en este mundo de paridad;
con tantas maldades,
con actos de infelicidad.

Qué lado debo escoger,
cuál es el más adecuado,
nadie lo sabrá jamás;
al parecer todos pagamos el mismo canon,
siendo verdugos de nuestra sociedad.

Silencios que callan voces,
sencillos de controlar;
espero no exponer mi mente,
ante ningún inteligente,
que tenga como propósito,
dejarme desnuda de forma legal.

lunes, 22 de junio de 2015

Sobrevivir a lo cotidiano.


Existen días extraños,
en los que vivir se hace tan amargo,
sin darnos cuenta de que al fugarnos,
nos seguimos manteniendo atados.

Existen horas que nos aplastan,
para luego suavizarnos;
a cada instante, en cada pensamiento,
sintiendo su peso sobre nuestros cuerpos.

Existen momentos anómalos,
en los que respirar se vuelve trabajo,
con dolor y malestar intento,
por todos los medios posible curarlo.

Existen segundos en la vida,
que por más que uno diga,
¿qué está pasando?;
es preferible dormir y desechar el día;
para no dejar que te pueda, te arrastre, acabe contigo,
aquello que es ilógico y mundano.

domingo, 21 de junio de 2015

Mal de amor.

Dícese de un caballero cargado de sueños,
ataviado con botas y sombrero,
esperando en la puerta a su amada,
para su admiración y futuro cortejo.

Tal fue su impresión al verla,
que no cesó hasta poseerla.

Bien parecida era la bella dama,
sencilla, ingenua, y hasta educada;
que sin rechazar a este caballero,
lo hizo suyo,
con la fuerza y el gesto de su dedo.

Ni botas, ni demás abalorios conservó,
al distraerse en sencillas minucias,
se abandonó.

A la mala suerte le dio la mano,
y uniéndose a ella, lo acompañó;
hasta el jardín del frío infierno,
dónde su corazón herido lo llevó.

Desterrado de sí mismo y sin otro enemigo que el amor,
aún hoy sigue vagando por esas tierras,
que ya no le guardan otra cosa, más que pesadumbre y dolor.


jueves, 18 de junio de 2015

Invencible



Con la satisfacción del triunfo,
el beneplácito de la justicia;
mi conciencia bien ajustada,
a tu incesante sed de rabia.


Me alejo más y más cada instante,
disfrutando cada día,
de mi nueva vida,
observando tu agonía.


Voy reuniendo valores;
energía y concentración.


Feliz, independiente, arropada,
envuelta en una única solución;
se terminó mirar por ti,
concluyo y ahora,
retomo para volver a ser YO.