lunes, 22 de junio de 2015

Sobrevivir a lo cotidiano.


Existen días extraños,
en los que vivir se hace tan amargo,
sin darnos cuenta de que al fugarnos,
nos seguimos manteniendo atados.

Existen horas que nos aplastan,
para luego suavizarnos;
a cada instante, en cada pensamiento,
sintiendo su peso sobre nuestros cuerpos.

Existen momentos anómalos,
en los que respirar se vuelve trabajo,
con dolor y malestar intento,
por todos los medios posible curarlo.

Existen segundos en la vida,
que por más que uno diga,
¿qué está pasando?;
es preferible dormir y desechar el día;
para no dejar que te pueda, te arrastre, acabe contigo,
aquello que es ilógico y mundano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario