Más que librar una batalla,
te enfrentas a un loco ejército,
con muchas tácticas y grandes enojos.
Con algunos territorios conquistados,
artillería e infantería, bien armados;
soldados de caballería
me defienden,
al conocer tu lado malvado.
Ni torres ni castillos has derribado. Algunas almenas, te han avistado;
para advertirme de tu tramado,
con lanza de acero y casco dorado.
Te vas quedando sin munición,
sin guerreros a tu alrededor.
Sacando arco y flechas,
para luchar contra hormigón.
No se vence al amor de una madre;
no se gana esa misión, en la que mal hablar de quien pare,
sea tu única obsesión.
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